A continuación, una reflexión estupenda de Uxue Ricón, de 2º ESO. La hizo al final del curso pasado, en 1º ESO.
¡Disfrutadla!
Sin saber por qué, dejamos que el tiempo pase.
No somos conscientes de que el tiempo pasa y que
VIDA, SÓLO HAY UNA.
Desde pequeños, dejamos huecos en la túnica del señor del tiempo.
Por eso, en el señor del tiempo, veo a un anciano medio desnudo y pensativo;
ya que él sí sabe que
VIDA, SÓLO HAY UNA.
Le mira algo envidioso al señor de la tranquilidad y la pausa,
ya que viste, con una gran túnica hecha con telas de sofás, cojines, camas...
No nos damos cuenta, de que somos nosotros los encargados de vestir a estos dos señores.
Y no nos damos cuenta de que
VIDA, SÓLO HAY UNA.
La vida se está volviendo escurridiza:
pasa corriendo delante de nuestros ojos
y no nos damos cuenta de que
VIDA, SÓLO HAY UNA.
Durante el año litúrgico,
los colores de las túnicas cada vez pasan más rápido
y llegamos a crear un color nuevo con la mezcla de los normales como una masa:
el color de la pausa y la tranquilidad.
Y no nos damos cuenta de que
VIDA, SÓLO HAY UNA.
Mucha gente le seguía a Jesús;
y en aquellos tiempos era el señor del tiempo
el que vestía buenas túnicas hechas con telas de parábolas, milagros...
Todos los segundos estaban cargados de obras buenas y malas.
Y la pregunta es: ¿Necestitamos a Dios encarnado
y personificado para darnos cuenta de que
VIDA, SÓLO HAY UNA?
Salgamos a todas las terrazas a gritar a pleno pulmón con megáfonos que...
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡VIDA, SÓLO HAY UNA !!!!!!!!!!!
lunes, 9 de noviembre de 2009
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